¿Puede una palabra pasar de significar una cosa a otra (totalmente) diferente?

Para un traductor es importante manejar su lengua materna con excelencia, aunque esto no siempre es fácil. Los idiomas están vivos y van cambiando con el tiempo, en función de las necesidades de sus hablantes. Por ello, los traductores hemos de estar siempre al día con las nuevas variaciones y correcciones. En esta entrada recopilamos algunas palabras que han cambiado o ampliado su significado de una forma un tanto curiosa. ¿Lo sabíais?

Abigarrar: antes significaba poner a algo varios colores mal combinados. Ahora significa ‘montar y apretujar cosas variadas y heterogéneas’ o ‘juntarse en un lugar muchas cosas o personas de distinta naturaleza o condición’. Algo de sentido tiene, ¿no?

Resultado de imagen de abigarrar

Álgido, adjetivo que se utilizaba para explicar que algo estaba muy frío, ha pasado a significar ‘culminante’. ¿Cómo ha podido pasar?

Deleznable comenzó significando ‘inconsciente’, ‘que resbala’ o ‘que se deshace fácilmente’, pero su uso más común en la actualidad es el de ‘despreciable’. ¿Y este cambio?

Desapercibido tendía a utilizarse como ‘desprevenido’, pero por influencia del francés, ahora se utiliza mucho como ‘inadvertido’.

Un caso curioso es el de enervar, puesto que al principio significaba ‘debilitar’ o ‘relajar los nervios’ y ahora… todo lo contrario. Este caso es similar al de friolera, que se utilizaba para hacer mención a cosas de poca importancia y ahora significa todo lo contrario!

Especular comenzó utilizándose como ‘teorizar’ y ‘reflexionar con hondura’, lo que derivó al significado de ‘hacer cábalas’. Estas variaciones de significado parecen las etapas de una investigación, ¿no? Primero se bucea entre la teoría, después se reflexiona y se acaban haciendo cábalas.

Inédito era un adjetivo que acompañaba mucho a escritos que no habían sido editados o publicados hasta el momento, pero este significado derivó a ‘desconocido’ o ‘nuevo’. Claro, es que si no se ha publicado, resulta desconocido, ¿no? Tiene sentido.

El caso de lívido –que no libido– es muy interesante. Antes, tendía a utilizarse para indicar que algo estaba amoratado, pero ahora se le añade el significado de ‘pálido’. Qué cosas, ¿eh? De una forma parecida, sofisticado significaba ‘falso o adulterado’, después se añadió la acepción de ‘falto de naturalidad’, y ahora predomina la acepción de ‘técnicamente complejo’. Menuda evolución…

Últimamente se lee mucho la palabra salseo en redes sociales. Si bien antes significaba ‘fiesta’, ahora se emplea para hacer mención a un cotilleo.

SALSEO

Finalmente, podría decirse que versátil es una palabra que se ha beneficiado de  un cambio de matiz. Antes se utilizaba para designar algo voluble o inconstante, pero actualmente solemos achacarle el significado de algo que se adapta rápidamente.

Sin embargo, las palabras no solo han cambiado o añadido significados, algunas también han variado su uso. Por ejemplo, el verbo avanzar empezó siendo intransitivo y ahora se utiliza también como transitivo. Por ejemplo, «les avanzamos los titulares de este informativo».

Pero, vayamos un poco más atrás… Encontramos muchos más cambios de significado.

Por ejemplo, plaza, a parte de ‘lugar ancho y espacioso dentro de un poblado’, hasta el siglo XIX también significaba ‘fama’. ¿Qué? Que sí, que sí.

Y no os lo perdáis, jamás significaba ‘siempre’. En latín, se decía iam magis (‘ya más’) para decir siempre, y se utilizaba junto a semper (‘siempre’) y nunquam (‘nunca’) para enfatizar, por lo que al final se convirtió en un sinónimo del último. Ahora decimos ‘por siempre jamás’ y nos quedamos tan panchos, pero sentido… poco tiene.

jamás drae¿Y vosotros? ¿Conocíais los significados anteriores de estas palabras? ¿Sabéis de alguna más que haya sufrido algún cambio de este tipo?