Idiomas Pokémon

Uno de los clichés más extendidos sobre los traductores es que hablamos 33894983 idiomas… pero no.  Sí, nos gustan los idiomas, y sí, es probable que hablemos más de uno y más de dos, pero tampoco es un imprescindible para que nos den nuestro carnet oficial de traductores.

Nuestra opinión es simple: los idiomas no son Pokémones, no tenéis que haceros con todos. Por supuesto, si os gustaría hablar 14 idiomas, a por ello, pero no penséis que por empezar a estudiar traducción tenéis que meteros a clases de muchos idiomas, o que el mejor plan de estudios es en el que te enseñan más idiomas. De hecho, pensándolo bien, ¿para qué gastar créditos de una universidad en estudiar un idioma, si se puede estudiar fuera? Nosotras preferimos asignaturas que nos especialicen o que se dediquen a traducir, porque es difícil hacerlo fuera de la universidad, frente a asignaturas que sean gramática sobre un idioma, puesto que hay muchas academias y escuelas oficiales a las que nos podemos apuntar.

En nuestro grado nos enseñaron el proceso traductor (no es ni lineal ni infalible, ojo), las técnicas, la documentación, la ética… para que luego podamos aplicar todas estas competencias al idioma del que estemos traduciendo. Es como tener una caja de herramientas preparada para utilizarla con la madera que sea. Por supuesto, es un chollo saber trabajar cinco maderas, pero nosotras preferimos tener más herramientas y menos maderas. Por desgracia, los créditos universitarios son limitados y hay que tener ciertas prioridades a la hora de escoger a qué se dedican.

También hay que tener en cuenta que para poder traducir desde un idioma hay que tener un nivel bastante alto, lo cual puede llevar entre tres y cinco años, y que hay que cuidar todos los idiomas que se hablan. No vale con guardarlos en una caja y echar mano de ellos de vez en cuando: es muy fácil perder un idioma, y si sabéis hablar cinco, serán cinco los idiomas que tendréis que mantener activos.

En cuanto a qué idiomas aprender, podemos hacer dos sugerencias. La primera sería que os centraráis en los que se utilizan mucho, como el inglés, el francés y el alemán. Algunos sectores también trabajan mucho con el italiano, el portugués, el árabe y el chino. Otra idea es que os fuerais a idiomas más «raros», porque así tendríais menos competencia. No obstante, al ser más «raros», son más difíciles de aprender y mantener.

Aunque lo parezca, con esta entrada no pretendemos que no aprendáis idiomas, sino que tengáis en cuenta aspectos en los que normalmente no se piensa, como en lo mucho que cuesta mantenerlos o que no se tarda un año en lograr el nivel suficiente. Además, la mayoría de traductores acaban empleando solo una a dos combinaciones de lenguas en su día a día.

Ah, y para acabar… no existe ningún carnet oficial de traductores, aunque debería.

Las lenguas en números

En el mundo, según Ethnologue, existen 6912 lenguas catalogadas. Y aún quedan más por catalogar (¡unas 3500!), pero su número de hablantes es bastante bajo. De hecho, 516 están a punto de desaparecer y 160 tienen menos de 10 hablantes.

El país donde se hablan más idiomas es Papúa Nueva Guinea, con 820 idiomas. Es especialmente curioso porque este país solo tiene 5 millones de habitantes, pero sus escarpados valles han provocado que las tribus vivan separadas unas de otras y que, por lo tanto, hablen idiomas diferentes.

¿Sabéis cual es el idioma más hablado del mundo? ¡El chino!, con casi 1000 millones de hablantes (casi nada, ¿verdad?). A pesar de esto, es idioma oficial en solo tres países: China, Taiwán y Singapur. El inglés es el tercer idioma más hablado del mundo, con 372 millones de hablantes. Además, es lengua oficial de 57 países del mundo (3 en Europa, 14 en América, 5 en Asia, 21 en África y 14 en Oceanía). Y, ¿qué pasa con nuestro idioma? El número de nativos del español está creciendo exponencialmente, de forma que para 2030 en vez de ser 495 millones de hispanohablantes, seremos unos 535 millones.

El español es lengua oficial en 20 países del mundo: 18 en américa, 1 en Europa y 1 en África. ¿Adivináis cuál es el país africano en el que se habla español? ¡Guinea Ecuatorial!

mapa paises hispanohablantes
Países en los que el español es idioma oficial

Por otra parte, los idiomas menos hablados del mundo son el taushiro (en el norte de Perú), el tanema (en las Islas Salomón) y el kaixana (en Brasil). Cada uno de ellos los habla una única persona en el mundo.

Y para terminar, algunas curiosidades…

El idioma que más palabras tiene es… (*redoble de tambor*) ¡el inglés!. Tiene registradas más de 250 000 palabras. Claro, surge un phrasal verb cada día y Shakespeare se inventó un montón…

Los idiomas más antiguos que siguen vigentes en la actualidad son el chino y el griego, que tienen su origen en el 1500 a.C.

El euskera es uno de los idiomas más difíciles y confusos del mundo y sus orígenes siguen sin estar claros, aunque sí tiene algunos rasgos en común con los dialectos bereberes del norte de África y las lenguas caucásicas. De hecho, fue catalogado como el idioma más difícil de aprender, ¡todo un reto para los que se atrevan!

El sedang, lengua de Vietnam, tiene 55 vocales, convirtiéndose en el idioma con el mayor número de vocales en el mundo.

Al contrario de lo que se pueda creer, la mitad de la población del mundo habla dos o más idiomas.

¿Te animas a aprender uno nuevo?

 

Español neutro… ¿qué?

3233296da72bca80efbe721c1823badc

En España decimos que hablamos español y nos quedamos tan anchos, sin pensar en lo que engloba el término español. Por ejemplo, nos parece que decir carro resulta raro, pero es tan español como coche. Puede que haya gente que se piense que el español de España, o el castellano, es más correcto que el español que se habla en Chile, Colombia o Perú, cuando no es así. De hecho, esto no puede estar más lejos de la realidad.

El español o castellano no es una lengua uniforme, tiene muchas variedades dialectales. Dentro de España se distinguen las hablas septentrionales de los territorios donde en el pasado se hablaban las lenguas antiguas leonesa y aragonesa y, por otro lado, las hablas meridionales, entre las que están el andaluz, el murciano, el extremeño y el manchego. Pero esto no se queda aquí, sino que también encontramos las modalidades ultramarinas, que son el canario y el español de América. Por lo tanto, con todas estas variedades de un mismo idioma, ¿es posible hablar de un español neutro? ¿Existe de verdad?

Resultado de imagen de mapa de las variedades dialectales del español

Lo que se conoce como el español neutro nació en la época de los sesenta en España cuando se empezaron a doblar películas y series con un seseo un tanto particular y algunas expresiones que no convencieron a la audiencia española. Esto es porque los doblajes se vendían en todo el mundo hispano y, por lo tanto, había que crear una «nueva» variedad del español que entendiese todo hablante del idioma.

El claro ejemplo de esto son las películas Disney, en las que se dejaban de utilizar localismos o expresiones dialectales, creando una variación lo más neutra posible. Es verdad que algunas veces se utilizaron acentos de diversos países aunque, cuando éramos nosotras pequeñas, esto no lo notábamos. Sin embargo, ahora se han redoblado algunas de estas películas a un español de España, existiendo las dos versiones. Fue a partir del estreno de La Bella y la Bestia cuando Disney España abandonó el español neutro y se adaptó. Actualmente, en los países hispanoamericanos se sigue adoptando este español neutro en el doblaje de películas y series norteamericanas. Aquí podéis ver el doblaje original de La Sirenita:

Además, en España también ha surgido una corriente de uso del español neutro en el ámbito del marketing (o mercadotecnia), en el que se intenta conseguir un lenguaje más cercano al cliente, con tuteo. Esto en Latinoamérica puede resultar inapropiado, ya que allí el uso del «vos» o de «ustedes» está muy extendido. Es por eso que cuando se comercializa un producto en ambos lugares, existen dos opciones: localizarlo o deslocalizarlo. Con la primera opción, los textos se adaptarán a la variedad lingüística que se emplee en el país, mientras que con la segunda, se eliminarán modismos o rasgos regionales. También es necesario decir que este problema de traducción se lo plantean grandes empresas o medios de comunicación como agencias de doblaje, mencionadas antes, o compañías de software, por ejemplo.

Otro claro caso del uso del español neutro es las Naciones Unidas. De esta organización internacional forman parte 21 países de habla española y bien es cierto que el Diccionario de la Real Academia Española ha ayudado a la estandarización del uso del idioma. Es por eso que la organización aboga por un español neutro panhispánico que todo hispanohablante pueda entender, tanto miembros de la organización como el público general de los Estados Miembro de la ONU. Por otra parte, muchos lingüistas han criticado el uso de este español, argumentando que su uso no provocaría nada más que la degradación de nuestro propio idioma y conllevaría el empobrecimiento del léxico y la sintaxis.

Así que, después de todo esto, podemos decir que sí existe un español neutro utilizado por diferentes organizaciones o ámbitos con unos fines determinados. Sin embargo, no es un idioma como tal porque, aunque se utilice para abaratar costes en doblaje, no hay nadie que hable español neutro en su día a día. Es un idioma artificial. Además, ningún acento es neutro, y en Castilla no se habla mejor castellano que en Argentina, Andalucía, Galicia o Puerto Rico porque el «mejor castellano» no existe. Tenemos que entender cada variedad  del español con su riqueza, complejidad y diversidad, ya que eso es lo que hace las lenguas mágicas e irremplazables.